La prueba de la relatividad de Einstein


Décadas de investigación y desarrollo confirman las predicciones sobre el comportamiento de la luz en un gran campo gravitatorio. Según la relatividad de Einstein el tiempo varia según a la velocidad que nos movamos en el espacio, donde según la mecánica clásica de Newton esto sería imposible.

Los astrónomos han 'atrapado' el agujero negro gigante situado en el centro de nuestra galaxia, estirando la luz emitida por una estrella (S2) en órbita. Casi tres décadas de seguimiento de la estrella para encontrar el fenómeno buscado, conocido como corrimiento al rojo gravitacional. Este fenómeno fue predicho por la teoría general de la relatividad de Einstein, pero hasta ahora nunca se había detectado en los alrededores de un agujero negro.

El descubrimiento ha sido anunciado por un equipo dirigido por Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre. (Garching, Alemania) (Puedes ver el anuncio oficial aquí)

¿Cómo lo hicieron?

Genzel y su grupo rastrearon el viaje de esta estrella, conocida como S2, desde principios de la década de 1990. Usando telescopios en el Observatorio Europeo Austral en Chile, los científicos lo observaron mientras viajaba en una órbita elíptica alrededor del agujero negro, que se encuentra a 26000 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario. Con una masa 4 millones de veces mayor que la del Sol, el agujero negro genera el campo gravitatorio más fuerte de la Vía Láctea. Eso lo convierte en un lugar ideal para buscar efectos relativistas.

El 19 de mayo de este año, S2 pasó lo más cerca posible del agujero negro. Los investigadores rastrearon el camino de la estrella usando instrumentos como GRAVITY, un interferómetro que combina luz de cuatro telescopios de 8 metros y que comenzó a funcionar en 2016. "Con nuestras mediciones la puerta está abierta para la física del agujero negro", dice Frank Eisenhauer, miembro del equipo.

GRAVITY midió el movimiento de S2 en el cielo, en su velocidad más rápida, la estrella pasó zumbando a más de 7600 kilómetros por segundo, o casi el 3% de la velocidad de la luz. Mientras tanto, y aquí está la clave, un instrumento diferente estudiaba qué tan rápido se movía S2 con respecto de la Tierra cuando pasaba por el agujero negro. La combinación de las observaciones permitió al equipo de Genzel detectar el desplazamiento al rojo gravitatorio de la estrella, que describe cómo su luz se estira a longitudes de onda más largas gracias a la inmensa atracción gravitacional del agujero negro. Tal fenómeno es consistente con las predicciones de la relatividad general.

"Lo que medimos ya no puede ser descrito por Newton", dice Odele Straub, un astrofísico del Observatorio de París. Las observaciones futuras de S2 podrían confirmar otras predicciones de Einstein, como por ejemplo cómo un agujero negro giratorio arrastra espacio-tiempo con él.