Nuestra galaxia, como todas las demás galaxias espirales, está rotando, y las estrellas que hay en el interior de toda galaxia espiral, se mueven en órbitas alrededor del centro de la galaxia. Realmente, fueron los movimientos de las estrellas en las galaxias externas las que nos dieron la idea de la materia oscura en el universo; sus movimientos indicaron que había más masa dentro de su órbita de la que podría explicarse solo por la materia visible. Esto, claro está, también es cierto en nuestra propia galaxia.
A la distancia del Sol del centro de la galaxia (alrededor de 8 kpc o 24 mil años luz) nos movemos a una velocidad orbital de unos 220 km/s y tardamos unos 230 millones de años en hacer una revolución alrededor del centro de la galaxia.